El 27 de Marzo se celebra en casi todo el mundo el día internacional del teatro. En nuestro país hace bastante perdimos esta costumbre, a pesar de tener una expresión escénica que cuenta con cientos de agrupaciones, decenas de escuelas, varios festivales importantes a nivel nacional e internacional. Así mismo, son innumerables espectadores que colman las salas y los parques para encontrarse con el arte teatral.
Colombia se ha convertido en uno de los lugares del mundo donde el teatro juega un papel importante en la sensibilidad de los colombianos y las colombianas que amamos la vida y defendemos la cultura. Por eso decidimos celebrar de nuevo el día de quienes entregamos nuestra capacidad creadora para que los escenarios florezcan de manera incesante.
El teatro es un arte y un oficio milenario que ha persistido ligado al espíritu de las épocas y se ha desarrollado en diversas civilizaciones, en todos los continentes. Suma de tradiciones y caminos renovados, ha conservado su esencia y ha experimentado con trasgresiones y nuevas miradas acerca de la condición humana, la estética y los fenómenos sociales.
Divertimento, reflexión, alimento para el espíritu, arte de los sentidos, reflexión y reflejo de las épocas, el teatro está en el corazón de los colombianos. Por eso queremos que el día del teatro no pase desapercibido. Le proponemos al movimiento teatral, a las escuelas de teatro, a las casas de la cultura, a los medios de comunicación y a la gente que ama la escena, que se expresen y hagan sentir que el teatro existe y forma parte de un país que se identifica con lo creativo.
Proponemos que en las ciudades y los pueblos de Colombia se lleven a cabo actos, marchas, comparsas, plantones, intervenciones, verbenas, festejos, charlas o presentaciones, de acuerdo a las condiciones y características de cada lugar. ¡Qué resuenen los tambores, qué salten a las calles los funámbulos y los personajes, qué las esquinas se llenen de colores, que se altere la rutina y se sienta que el teatro está vivo en un país que lucha por el respeto a la vida.
Sugerimos que el movimiento teatral entregue la Orden del Teatro Jaime Garzón, para recordar que es indispensable asumir la verdad y la justicia a la hora de crear. También es un reconocimiento al periodista y al actor que fue sacrificado porque la reflexión y la alegría molestan a los que ejercen la violencia. Atentar contra el arte es un delito de lesa humanidad.
En Bogotá, entregaremos, la orden Jaime Garzón a quienes hacen teatro contra viento y marea, contra hecatombes y arbitrariedades. La gente de teatro condecorará de manera simbólica a los actores, las actrices, los directores, los técnicos, los utileros, los productores y los amigos y los amantes del arte de las tablas.
Nos acompañarán, entre otros miles de fantasmas, Sófocles, Esquilo, Plauto, Terencio, Shakespeare, Marlowe, Moliere, Lope de Vega, Artaud, Brecht, Enrique Buenaventura, el titiritero Gabriel Esquinas, los cómicos anónimos, los juglares, los poetas y todos los fantasmas de quienes han vivido para el teatro desde la médula de lo vital..
¡Qué el 27 de Marzo resuenen los tambores, las trompetas y los corazones, entre las 6 y las 7 de la noche, hora convenida para que recordemos que el teatro existe. Así mismo exigimos a los medios de comunicación que saquen la terminología teatral de los lenguajes de la violencia. No sigan diciendo “el escenario de la guerra” o “los actores del conflicto armado”. El Teatro es un arte de paz y de resistencia por la vida.
¡El 27 de Marzo día internacional del teatro!
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